Este proyecto consiste en la obra nueva de una vivienda unifamiliar aislada formada por Planta Baja y Planta Piso.
El objetivo principal de este proyecto era situar la casa de forma abierta hacia las vistas de un paisaje campestre como es la zona natural del Espelt.
Las principales directrices que nos dio el cliente era un programa dotado por una cocina con una zona de mesa para comidas diarias separada del comedor/sala, una suite con vestidor y baño completo, dos habitaciones para dos niñas y una sala diáfana para utilizar como sala de juegos, sala de descanso y despacho de trabajo.
La propuesta volumétrica y formal sigue la estética de casa rural con cubiertas inclinadas.
La pieza de la cocina se abre hacia el jardín con vistas a los campos y delimita el jardín generando un espacio cubierto para almuerzos y cenas de verano.
La entrada de la casa divide a la zona de garaje y taller de la zona de día de la vivienda. Mientras que en la Planta Primera se organizan las estancias de noche y descanso.
La relación con el exterior era una premisa muy importante desde el inicio, y por eso con la colaboración del cliente se optó por crear unas grandes aberturas que conectan el interior con el exterior enmarcando ciertas visuales.
También se proyecta una terraza en la planta piso en la esquina de la casa, espacio de relación directa con el exterior y las vistas al paisaje.
La materialidad exterior fue una premisa del cliente, quería utilizarse la obra vista como material principal de colores naturales y claros.
La propuesta combina la textura del SATE (material que permite un aislamiento muy eficiente por el exterior) con la obra vista y se contrasta con detalles metálicos como son las carpinterías, barandillas y algunos detalles de composición estética.